"Mira criatura, no pienso someterme ante nadie ni nada. Hasta hace unos momentos anteriores, creía que me serviría de algo poder defender el Salón. Tenia recuerdos que creían provenían de estas tierras. Ahora me doy cuenta que lo que estoy buscando no lo encontrare aquí.
Pero la verdad, que siento curiosidad del mago que habita esta torre. Tengo pensado acabar con el y quedarme con sus tesoros. Tal vez alguno de ellos pueda servirte. O tal vez podrias decirme que tenias pensado obligarme a hacer, y tal vez lo medite una segunda vez. De lo contrario, esfumate, y quedate con tu ofreciemiento."
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Sentis la tenebrosa carcajada de la criatura en tu cabeza.
ResponderEliminar-"No voy a decirte nada excepto mis terminos. Y eso es lo que quiera, cuando quiera, como quiera, ese es mi precio por abrirte el paso que tu compañero divino tan expertamente te cerro. Estaras a mi servicio para un favor que yo determinare a mi discreción, y estaras obligado por los poderes del abismo a realizarlo, incluso si te pidiera que mates a tu madre."
Un aire exasperado parece resonar en la voz de la criatura y agrega:
-"Tu insolencia me cansa humano, te recuerdo que ya no estoy atado a nada en este lugar y no tengo intención de seguir perdiendo el tiempo en esta torre apestosa, no me interesan ni tus motivos ni tus intenciónes asi que podes guartarte tus posturas de macho para impresionar a otros mortales. Decidí ahora y no pruebes mi paciencia."