Karash reflexiona unos instantes sobre lo sucedido. Se encuentra medio desconcertado en este momento. No puede entender como después de haber probado su valía ante el grupo en varias oportunidades (el salon de los espejos, haber recuperado LOS cadaveres para luego revivirlos y haber contribuido significativamente en el rescate los clericos) el enano pueda "ofenderse" simplemente por haber pronunciado mal su nombre.
¿Vale la pena tratar de llevarse bien con el? se pregunta Karash.
Que prueba de honor y respeto mayor puede haber que compartir sudor y sangre durante cada combate, haber enfrentado a criminales peligrosos, asesinos despiadados, minotauros de acero, dragones, magos locos y demonios.
Se sumerge en sus pensamientos, y trata de encontrar respuesta a la siguiente pregunta que hace un tiempo ronda en su mente: ¿Debería unirme a otro grupo de aventureros?
Después de un largo rato de introspección, comprende lo único que le queda por hacer: hablar con el paladin, el enano es una perdida de tiempo,
Y recupera la certeza de que hubiera sido mejor haber dejado el cuerpo del enano en el fondo del estanque.
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